Tom Cruise: ¿su misión? Ser encantador

Si algo sabe hacer Tom Cruise, además de sus propias escenas de acción y llevar al público a las salas de cine, generando grandes derramas económicas, es tratar bien a su público y darle el tiempo que se merece. Cruise, quien se encuentra en la Ciudad de México promocionando la octava entrega de Misión: Imposible. La sentencia final, suele ser encantador con la gente —conoce muy bien su negocio y a quién se debe— y aunque protegido por su equipo de seguridad, se detuvo a saludar, a firmar y a tomarse selfies con todos aquellos que se lo solicitaron la tarde-noche de ayer, donde se llevó a cabo la premier de la película: en el Auditorio Nacional.

El actor de 62 años llegó exactamente a las cinco de la tarde al Coloso de Reforma junto al director Christopher McQuarrie y tras descender de una camioneta y de subirse al techo de la misma para saludar a todos los que se encontraban en las vallas que se ubicaban sobre Paseo de la Reforma, comenzó a subir las escalinatas del Auditorio Nacional y empezó a atender al público.

A lo largo de  tres horas y media, Tom Cruise, el héroe de acción para miles de personas en el mundo, se dedicó en cuerpo y alma a complacer a toda aquella persona que llegó al lugar desde temprana hora, proveniente de la Ciudad de México o de países como Costa Rica, Bolivia y Colombia. Incluso se dio tiempo de sostener una bandera de México junto al director y fue testigo de algunos carteles que le expresaban su cariño o la esperanza de tomarse una selfie, tal como sucedió con aquel que decía “Mission: Selfie.” Uno que más llamó la atención fue un cartel que en inglés decía: ‘No fui a trabajar con tal de conocer a Tom Cruise’.

No puedo esperar a que la gente vea esta película en términos de toda la acción, la emoción, de la amistad que se siente en esta historia y la conexión familiar, así que ya quiero que la gente vaya a ver esta cinta”, comentó durante su paso por la alfombra roja el actor, quien fue seguido en todo momento por dos personas que cargaban unas lámparas especiales para iluminar el rostro
del intérprete.

Durante su recorrido a lo largo y ancho del lugar, el también productor subió al escenario central que se colocó para la ocasión y hablar con Angélica Vale y Jordi Rosado, quienes fungieron como los conductores de la premier. Tras hablar con ellos acerca de las secuencias de acción que filmaron en una sala de acero giratoria que se sumergió en un tanque de 8.5 millones de litros de agua o de las secuencias que Cruise realizó en el aire, demostrando el valor y la osadía de filmar en movimiento a varios metros de altura, el estadunidense cerró su discurso con una frase que siempre provoca emoción en los asistentes.

¡Viva México!”, expresó Cruise levantando ambos brazos en señal de emoción y siendo testigo de cómo los asistentes le regresaban el gesto con un grito muy fuerte y con algunas personas coreando un “Tom, hermano, ya eres mexicano”.

Tom Cruise y el director Christopher McQuarrie continuaron atendiendo a los asistentes e invitados especiales, como fue el caso del actor mexicano Diego Boneta, quien lo interceptó poco después de que bajara del escenario central para saludarle, intercambiar unas cuantas palabras y darle un abrazo.

Aunque el boleto de la premier indicaba que la película daría inicio a las ocho de la noche, Cruise, quien al parecer está saliendo con la actriz cubana Ana de Armas, siguió siendo encantador con el público. El reloj marcaba las ocho con diez minutos y él seguía firmando pósters, tomándose selfies o firmando playeras, como una de la selección argentina que le pasaron. Mientras se acercaba a una de las entradas del recinto, fue testigo de cómo la agrupación musical mexicana Camerata Metropolitana interpretaba el clásico tema de las cintas de Misión: Imposible.

Justo a las ocho y media el también actor de Top Gun: Maverick dejó de atender a su público e ingresó al Auditorio Nacional para presentar ante diez mil personas la octava y supuestamente última entrega de la saga de Misión: Imposible que se va a estrenar mañana en la cartelera nacional.

El reloj marcaba las ocho con 33 minutos cuando Cruise apareció sobre el escenario del Auditorio Nacional y fue partícipe del los gritos, aplausos y varios “I Love You, Tom”.

Yo también les amo”, dijo en inglés, para después expresar en español: “Les quiero. Les quiero mucho. Muchas gracias. Esto es muy especial, es especial que ustedes estén aquí, amo a este país y amo hacer películas para ustedes, es un gran privilegio poder estar aquí y presentarles esta película aquí junto a Christopher McQuarrie. Debo decir que este es el mejor teatro, la mejor audiencia y la mejor pantalla y no puedo esperar a que vean nuestra película. Simplemente, disfrútenla”, expresó Cruise haciéndole una reverencia a la audiencia para después desaparecer por la parre trasera del escenario.

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