El llamado síndrome post-vacacional, también conocido como estrés o depresión postvacacional, es un concepto que se refiere a la ansiedad o presión emocional que debemos afrontar al readaptarnos a las tareas laborales después de un período vacacional.
Volver a la rutina después de las vacaciones, cuesta y mucho, por eso es normal que te sientas más cansada, menos enérgica y tengas dificultades para concentrarte y dormir. Estos síntomas tienen mucho que ver con el síndrome postvacional.
El llamado síndrome post-vacacional, también conocido como estrés o depresión postvacacional, es un concepto que se refiere a la ansiedad o presión emocional que debemos afrontar al readaptarnos a las tareas laborales después de un período vacacional.
Para sobrellevarlo mejor, Yvette Pons nos da algunos de sus mejores consejos:
- Realizar actividad física moderada para mantenernos activos y descargar las tensiones acumuladas.
- Planificar y distribuir tareas con antelación para evitar el estrés que nos puede producir. De hecho, es interesante programar también nuestros tiempos de ocio, para no sentirnos inmersos en obligaciones durante toda la jornada.
- Cuidar la alimentación
Respecto a la alimentación, lo mejor es no obsesionarse. Tampoco es imprescindible empezar una dieta estricta, simplemente hay que intentar adquirir hábitos saludables y consumir alimentos que nos aporten múltiples beneficios, como aumentar la ingesta de verduras, frutas y eliminar de nuestra dieta los alimentos ricos en azúcares y los ultraprocesados.
Para combatir el cansancio, la mejor opción es apostar por alimentos con alto contenido en vitamina C
Para descansar mejor, es preferible optar por cenar ligeras y procurar realizarlas como mínimo dos horas antes de ir a dormir, para mejorar el descanso.
En cuanto a los alimentos, algunos como huevos, plátanos, carne de ave, brócoli, aguacate o frutos secos son algunos de los que activan la melatonina y ayudan a conciliar mejor el sueño.
Para combatir el cansancio, la mejor opción es apostar por alimentos con alto contenido en vitamina C, como las verduras de hoja verde, frutas y hortalizas. La vitamina B también es beneficiosa y podemos encontrarla en huevos, carnes y pescados.
Por último, para evitar la apatía, una gran ayuda es el trptófano, este se puede encontra en la leche, queso, ciruelas, plátano, carne blanca y pescado.
Si tu alimentación es muy diferente a esta y te resulta misión imposible poder llevarla a cabo, siempre puedes acudir a un profesional de la nutrición para asegurarte que realizas los cambios de forma segura, respetando las necesidades de tu organismo y llegando, de forma progresiva, a eliminar los alimentos perjudiciales, para dar paso a los más saludables y nutritivos.
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