El Tribunal Supremo de Japón avaló la decisión del Gobierno de prohibir la doble nacionalidad a sus ciudadanos y rechazó así el recurso presentado por un grupo de japoneses residentes en diversos países de Europa que habían impugnado el veto. La decisión deja en firme las sentencias de tribunales inferiores, que reconocían como constitucional el requisito legal que obliga a los japoneses a elegir una sola nacionalidad.
Los ocho demandantes, que viven en países como Suiza y Francia, habrían argumentado que la nacionalidad extranjera era necesaria para facilitar su trabajo y su vida en el exterior, al tiempo que han expresado su deseo de conservar su nacionalidad japonesa.
En este sentido, han alegado que cada vez son más los países que permiten tener varias nacionalidades y han recalcado que la medida del Gobierno es inconstitucional. El Tribunal de Distrito de Tokio ya había rechazado esta medida en 2021 al considerar que permitir la doble nacionalidad podría «provocar conflictos respecto a los derechos y obligaciones entre países, así como entre el individuo y el Estado».
El artículo que prohíbe efectivamente la doble ciudadanía dice que «Si un ciudadano japonés adquiere la nacionalidad de un país extranjero por su propia elección, ese ciudadano japonés pierde la ciudadanía japonesa».
Así, la Justicia nipona ha citado cuestiones como el pago de impuestos y la protección diplomática a la que pueden acogerse los ciudadanos del país asiático en otros países, algo que se vería afectado bajo el sistema de doble nacionalidad.
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