La confusión rodea el anuncio del presunto desmantelamiento de la temida Policía de la Moral, con medios conservadores que niegan que sea así, activistas que ven con escepticismo la medida y el cuerpo policial que prefiere mantener el silencio.
La llamada Policía de la Moral ha desaparecido de las calles del país desde las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por esa fuerza policial por no llevar bien puesto el velo islámico.
Las revueltas comenzaron por la muerte de la joven kurda de 22 años, pero han evolucionado y ahora los manifestantes piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.
Durante una rueda de prensa, un periodista preguntó al fiscal general del país, Mohamad Yafar Montazerí, por la ausencia en las calles de la Policía de la Moral y el político respondió que ese cuerpo “no tiene nada que ver con el poder judicial y fue suprimido por los que lo crearon”.
Esa frase fue interpretada como un anuncio del desmantelamiento de la Policía de la moral, cuerpo que vigila desde 2005 que las mujeres cumplan con el estricto código de vestimenta impuesto por la República Islámica.
Medios iraníes recogieron las palabras de Montazerí y anunciaron el fin de ese cuerpo a pesar de que depende del Ministerio del Interior y del Consejo Supremo Cultural de la Revolución, que no han hecho anuncios al respecto.
Pero poco después la televisión estatal Alalam aclaró que se habían malinterpretado las declaraciones de Montazerí, quien, según su versión, solo dijo que la gestión de este cuerpo no depende del Poder Judicial.
Además, Montazerí aseguró con claridad que la “vestimenta de las mujeres sigue siendo importante” y que el Poder Judicial seguiría realizando su trabajo en este sentido, es decir aplicando las leyes que penan su no cumplimiento, como los dos meses de prisión para las mujeres que no usen el velo.
DESCONFIANZA DE ACTIVISTAS
Por su parte, activistas iraníes desconfiaron en seguida del supuesto anuncio.
“Si la Policía de la moral ha sido suprimida de verdad se habría anunciado como una decisión constructiva y formal”, dijo en Twitter el activista Pooria Asteraky.
La activista Atena Daemí afirmó a su vez que “se trata de un engaño para apaciguar a los revolucionarios”, en referencia las protestas que sacuden Irán desde mediados de septiembre y en las que han muerto más de 400 personas.
Para tratar de aclarar la situación, el diario reformista Shargh se puso en contacto con el director de Relaciones Públicas de la Policía de Teherán, el coronel Sabahi, pero no obtuvo una respuesta al respecto.
«No digas que nos has llamado, ahora no es el momento para tales conversaciones, la policía hablará de eso cuando lo considere apropiado”, respondió el agente de Policía al periodista de Shargh.
Montazerí también se refirió a un posible cambio en la normativa de la vestimenta de las mujeres, algo que estaría estudiando el Parlamento y que se anunciaría a mediados de este mes, algo que otras autoridades han mencionado recientemente.
Pero está por ver el resultado de esos supuestos cambios.
El diputado del Parlamento Hosein Yalalí afirmó este lunes en la ciudad sagrada de Qom que “dentro de dos semanas” se aplicará un nuevo plan de “castidad” y “velo”, según el diario Shargh.
“Elevaremos el castigo del mal hiyab (como se dice en Irán a llevar mal puesto el velo)”, aseguró Yalalí, quien es clérigo, ante un grupo de mujeres que vestían el chador, prenda negra que se coloca en la cabeza y cubre todo el cuerpo salvo el rostro.
El velo es obligatorio en Irán desde 1983, poco después de la revolución liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979, quien declaró que sin esta prenda las mujeres estaban «desnudas».
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