Un cierre inusual: ningún huracán tocó Estados Unidos
La temporada de huracanes del Atlántico concluyó este 30 de noviembre con un hecho atípico: ningún ciclón impactó de manera directa a Estados Unidos, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
Pese al pronóstico inicial de una actividad por encima de lo normal, los sistemas que se formaron durante el periodo cambiaron de trayectoria o se debilitaron antes de aproximarse a las costas estadounidenses.
Meteorólogos señalan que las condiciones atmosféricas, incluyendo corrientes en chorro más fuertes y un patrón de alta presión en el Atlántico, desviaron los ciclones hacia el Caribe central y el Atlántico abierto.
Jamaica enfrentó uno de los huracanes más fuertes de su historia
Aunque Estados Unidos no registró daños, Jamaica vivió uno de los huracanes más potentes en décadas, catalogado por especialistas como un evento “de intensidad histórica”.
El ciclón dejó afectaciones severas en infraestructura, redes eléctricas y zonas costeras, así como cortes prolongados de energía y daños agrícolas.
Los gobiernos locales y organismos internacionales continúan evaluando los daños y preparando planes de reconstrucción.
Actividad ciclónica estuvo dentro de rangos previstos
El Atlántico registró un número de tormentas y huracanes cercano a los pronósticos oficiales, aunque con trayectorias poco comunes.
Expertos destacan que el cambio climático sigue influyendo en la intensidad y comportamiento de los fenómenos, aumentando la probabilidad de huracanes más fuertes aunque no necesariamente más frecuentes.







