Las luces se encendieron en la Monumental Plaza de Toros México al escuchar el nombre de Carlos Alcaraz.
Como un deja vu para los aficionados que vibraron con la entrega de Rafael Nadal y Roger Federer en México, la noche de ayer fue inolvidable para los amantes del deporte blanco.
En un espectacular partido con mucha entrega y pasión a pesar de ser de exhibición entre Carlos Alcaraz y Tommy Paul, la gente se dio cuenta que estaban presenciando el nacimiento de una nueva leyenda del tenis, y que el propio Alcaraz, ha prometido con sus dos títulos de Grand Slam (US Open y Wimbledon).
El primer set dejó claro que no se guardarían nada. En un tie-break (7/3), Alcaraz pegó el primer grito de victoria que fue acompañado por una larga ola de los aficionados que contagiaron a los tenistas a sumarse.
Y aunque el favorito era Alcaraz, número 2 del mundo, el apodo de “La Bestia Negra” de los tenistas españoles quería su turno al bat. Siempre protagonista y aguerrido a su juego, Tommy Paul regaló un par de puntos que dejó sin aliento a los fans mexicanos que se entregaron al nivel que dejaron en su primer partido en la capital del país.
Las bajas temperaturas en la Ciudad de México no impidieron a la gente separarse del set que llevará a Alcaraz a su primera victoria en México. Con un 6-3 selló el partido simulando muletazos de torero para que la gente gritara “Ole, Ole” y se despidiera inmortalizando el momento con un video en su celular.
El público que acudió ayer a La Plaza de Toros México se marchó satisfecha y en paz: el futuro del tenis está en buenas manos, las manos de un joven de 20 años que ayer conquistó la capital mexicana con sus talento sobre la pista y el carisma para conectar con la tribuna.
Carlos Alcaraz salió triunfante del coso. En un día en el cual se dio tiempo para visitar la emblemática Basílica de Guadalupe, el español también demostró que ya tiene a cientos de miles de fieles mexicanos.
Comments are closed.