Poco finos ante el arco rival, los delanteros del Tri, novedosos por conformar supuestamente un cambio generacional, no pudieron dar la cara ante Honduras.
Los goles para sobrevivir a una eliminatoria en llamas, vinieron por parte de dos centrocampistas con más perfil defensivo como Edson Álvarez y Luis Chávez y hasta el juego de vuelta.
Es decir, en 228 minutos, 97 jugados en Tegucigalpa, más 131 en la Ciudad de México, ninguno de los delanteros que convocó Jaime Lozano fue capaz de anotar para solventar una llave que en el papel, no representaba mayor problema para ir directo a Copa América.
Suspiraba la afición mexicana por un cambio en cuanto a los goles, un mal que por muchos años ha perseguido a la Selección Mexicana y nuevamente las esperanzas se fincaron en quimeras.
Y es que en el papel había mucho para presumir.
Santiago Giménez, líder goleador en los Países Bajos con el Feyenoord con 16 goles en los últimos tres meses; Julián Quiñones, recién naturalizado que hizo su debut ante Honduras como visitantes y quien lleva seis goles en liga; Henry Martín, que fue campeón de goleadores el torneo pasado con 14 tantos y que en este lleva tres y Raúl Jiménez quien ha jugado 11 veces en el torneo con el Fulham con un gol que hizo el 12 de noviembre ante el Aston Villa como sinónimo de recuperación, no aparecieron en ningún momento con el Tri.
A ellos hay que sumar a otros elementos que habían destacado con sus equipos, incluso en Selección como Uriel Antuna, quien anotó en el amistoso ante Alemania, pero a la hora de que la crisis abordó al equipo y se necesitaban resultados inmediatos, se refugió en la apatía y en la inexactitud de sus centros al área casi siempre desconcertantes.
Otro como Hirving Chucky Lozano, que de septiembre a la fecha hizo cinco goles con el PSV Eindhoven, tres de ellos en un mismo partido ante el Ajax en el Clásico de los Países Bajos y quien tiene responsabilidad extra en el Tri por su calidad y veteranía, fue de los que más problemas tuvo para verse bien ante Honduras.
Estoy contento con el cambio de actitud del equipo, jugamos mucho mejor que en Honduras, tuvimos muchas oportunidades de gol, así es el futbol, a veces entra hasta la última”, comentó.
Y es que el Tricolor disparó 38 veces ante Honduras, 11 de ellas al arco y algunas de forma inverosimil se perdieron en el vacío de la equivocación o en los guantes del arquero rival.
César Chino Huerta, quien es ídolo en Pumas por su enjundia y sus goles, lleva 8 en el torneo, palideció hasta en dos ocasiones en que falló en la tanda de penales, cierto es también que fue por causa de una infracción del portero hondureño quien se adelantó de su línea.
El problema es que cuando parecía que México tenía el arco abierto, una tremenda oscuridad se posó en sus delanteros.
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