Sinéad O’Connor, la talentosa cantautora irlandesa que se convirtió en una superestrella en su veintena, conocida tanto por sus luchas privadas y acciones provocativas como por su música feroz y expresiva, murió a los 56 años.
“Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han solicitado respetar su privacidad en este momento tan difícil”, dijo la familia de la cantante en un comunicado difundido el miércoles por la BBC y RTE. No se revelaron las causas de su deceso.
Habló públicamente sobre su enfermedad mental y dijo que le diagnosticaron trastorno bipolar. O’Connor publicó un video en Facebook en 2017 desde un motel de Nueva Jersey donde había estado viviendo, diciendo que se mantendría con vida por el bien de los demás y que si fuera por ella, “se habría ido”. Cuando su hijo adolescente Shane se suicidó en 2022, O’Connor tuiteó que “no tenía sentido vivir sin él” y pronto fue hospitalizada.
Reconocible por su cabeza afeitada y rasgos de elfo, O’Connor comenzó su carrera cantando en las calles de Dublín y pronto saltó a la fama internacional. Fue una estrella con su álbum debut de 1987 “The Lion and the Cobra” y se convirtió en una sensación internacional en 1990 con su versión de la balada de Prince “Nothing Compares 2 U”, una actuación demoledora que encabezó las listas de popularidad desde Europa hasta Australia y se intensificó por su video en el que O’Connor aparecía con los ojos llorosos en un intenso primer plano.
Fue una inconformista de toda la vida (diría que se afeitó la cabeza en respuesta a que los ejecutivos discográficos la presionaron para que fuera convencionalmente glamorosa), pero sus posturas políticas y culturales y su vida privada problemática a menudo eclipsaron su música.
Una crítica de la Iglesia Católica mucho antes de que surgieran múltiples acusaciones de abuso sexual contra el clero, O’Connor llegó a los titulares en octubre de 1992 cuando rompió una foto del Papa Juan Pablo II mientras aparecía en vivo en “Saturday Night Live” de NBC y denunció a la iglesia como el enemigo. Una semana después, Joe Pesci presentó “Saturday Night Live”, mostró una foto reparada del Papa y dijo que si hubiera estado en el programa con O’Connor, “le habría dado una bofetada”. Días después, O’Connor apareció en un tributo estelar a Bob Dylan en el Madison Square Garden y fue abucheada de inmediato. Se suponía que iba a cantar “I Believe in You” de Dylan, pero cambió a una versión a cappella de “War” de Bob Marley, que había cantado en “Saturday Night Live”.
Aunque su amigo Kris Kristofferson la consoló y animó en el escenario, se ella marchó y se derrumbó, y su actuación no se incluyó en el CD del concierto. Años más tarde, Kristofferson grabó “Sister Sinead”, con los versos “And maybe she’s crazy and maybe she ain’t/But so was Picasso and so were the saints” (Y tal vez esté loca y tal vez no/Pero también lo estaba Picasso y también los santos).
También se peleó con Frank Sinatra por su negativa a permitir que tocaran el himno nacional estadounidense en uno de sus espectáculos y acusó a Prince de amenazarla físicamente. En 1989 declaró su apoyo al Ejército Republicano Irlandés, declaración de la que se retractó un año después. Casi al mismo tiempo, se abstuvo de asistir a la ceremonia de los Grammy, diciendo que era demasiado comercial.
En 1999, O’Connor causó revuelo en Irlanda cuando se convirtió en sacerdotisa de la disidente Iglesia Tridentina Latina, una posición que no era reconocida por la Iglesia Católica. Durante muchos años, pidió una investigación completa sobre el alcance del papel de la iglesia en ocultar el abuso infantil por parte del clero. En 2010, cuando el Papa Benedicto XVI se disculpó con Irlanda para expiar décadas de abusos, O’Connor condenó la disculpa por no ir lo suficientemente lejos y pidió a los católicos que boicotearan la misa hasta que hubiera una investigación completa sobre el papel del Vaticano, que para 2018 estaba haciendo titulares internacionales.
“La gente asumió que yo no creía en Dios. Ese no es el caso en absoluto. Soy católica por nacimiento y cultura y sería la primera en la puerta de la iglesia si el Vaticano ofreciera una reconciliación sincera”, escribió en el Washington Post en 2010.
O’Connor anunció en 2018 que se había convertido al Islam y que adoptaría el nombre de Shuhada’ Davitt, aunque siguió usando Sinéad O’Connor profesionalmente.
“Su música fue amada en todo el mundo y su talento fue inigualable e incomparable”, dijo el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, en un comunicado en redes sociales.
O’Connor nació el 8 de diciembre de 1966. Tuvo una infancia difícil, con una madre que, según ella, la maltrataba y la animaba a robar en tiendas. Cuando era adolescente, pasó un tiempo en una institución para niñas patrocinada por la iglesia, donde dijo que lavaba la ropa de los sacerdotes sin recibir salario. Pero una monja le dio a O’Connor su primera guitarra, y pronto cantó y actuó en las calles de Dublín, con influencias que van desde Dylan hasta Siouxsie and the Banshees.
Su actuación con una banda local llamó la atención de un pequeño sello discográfico y, en 1987, O’Connor lanzó “The Lion and the Cobra”, que vendió cientos de miles de copias e incluía el éxito “Mandinka”, impulsado por un riff de guitarra de hard rock y la voz penetrante de O’Connor. La cantante, de entonces 20 años y embarazada mientras hacía “Lion and the Cobra”, coprodujo el álbum.
“Supongo que debo decir que la música me salvó”, dijo en una entrevista con el periódico Independent en 2013. “No tenía otras habilidades y no había apoyo para el aprendizaje de niñas como yo, no en Irlanda en ese momento. Era la cárcel o la música. Tuve suerte.”
“Nothing Compares 2 U” recibió tres nominaciones al Grammy y fue la canción principal de su aclamado álbum “I Do Not Want What I Haven’t Got”, lo que ayudó a que Rolling Stone la nombrara Artista del Año en 1991.
“Ella demostró que una artista de la grabación puede negarse a ceder y aun así conectarse con millones de oyentes hambrientos de música con sustancia”, declaró la revista.
Otros créditos musicales de O’Connor incluyen los álbumes “Universal Mother” y “Faith and Courage”, una versión de “You Do Something to Me” de Cole Porter para el álbum benéfico contra el sida “Red Hot + Blue” y coros en “Blood of Eden” de Peter Gabriel. Recibió ocho nominaciones al Grammy y en 1991 ganó el premio a mejor interpretación musical alternativa.
O’Connor anunció que se retiraba de la música en 2003, pero continuó grabando material nuevo. Su álbum más reciente fue “I’m Not Bossy, I’m the Boss”, lanzado en 2014 y cantó el tema principal de la temporada 7 de “Outlander”.
La cantante se casó cuatro veces; su unión con el terapeuta especializado en drogas Barry Herridge, en 2011, duró solo 16 días. O’Connor tuvo cuatro hijos: Jake, con su primer marido, John Reynolds; Roisin, con John Waters; Shane, con Donal Lunny; y Yeshua Bonadio, con Frank Bonadio.
En 2014, dijo que se uniría al partido nacionalista irlandés Sinn Fein y pidió a sus líderes que abrieran paso para que una generación más joven de activistas pudiera hacerse cargo. Más tarde retiró su solicitud.
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