Deseo de gloria y pasión. Chelsea salió con ambas a la cancha del MetLife Stadium y con tres goles dio cuenta del PSG para proclamarse campeón del Mundial de Clubes de la FIFA.

¿Y saben quiénes le dieron la patada de lo suerte a los Blues?

Robbie Williams, su paisano que decidió apoyar por siempre al modesto Port Vale Football Club, que juega en la League One de Inglaterra, y Laura Pausini, una italiana cuyo corazón pambolero le pertenece al AC Milán, encargado de dar entrada a la final de ayer con el tema Desire, que fue oficialmente nombrado el himno del Mundial de Clubes en su nuevo formato.

La canción fue interpretado en inglés y español, dejando ver la química que ambos tuvieron para realizar esta interpretación que tiene la intención de promover la hermandad y la paz a través de un juego tan popular como lo es el futbol.

Cabe señalar que Robbie es el Embajador Musical de la FIFA y por eso tuvo el honor de escribir esta canción, mientras que Chris Martin, vocalista de Coldplay, ya tentó el terreno de juego de cara al show que debe organizar de cara al próximo mundial.

Así que, “sorpresivamente”, se coló al show de mediotiempo que protagonizaron J Balvin y Doja Cat. Abrió el colombiano con Mi gente, apoyado de una serie de bailarines vestidos como si llevaran el jersey de la selección cafetalera. Reggaeton también fue parte del setlist y que dio entrada a Doja Cat con Woman, la antesala perfecta para que Coldplay diera el cerrojazo con A Sky Full of Stars, otra de las canciones favoritas por la FIFA y por varios de los aficionados al pambol.

“Estoy muy feliz. Estamos aquí juntos”, gritó Emmanuel Kelly, un artista australiano discapacitado que nació con extremidades subdesarrolladas como consecuencia de la exposición prenatal a armas químicas.

Los espectáculos musicales tuvieron como misión promover la unión a nivel mundial, algo irónico tomando en cuenta que en el estadio estuvo presente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuya ideología de deportar a los inmigrantes de su país ha dividido y polarizado a su propia nación.

En redes sociales se criticó mucho la presencia del mandatario e incluso se opinó que ensombreció el mensaje que se intentó promover. Aun así, este es un indicio y una probadita de lo que Chris Martin podría implementar para la inauguración del Mundial en el Estadio Azteca el próximo 11 de junio de 2026.