
Si alguna vez has ido a comprar algo para hidratar tu cara y te has encontrado con productos que dicen “sérum”, “crema” o “gel hidratante”, es normal que no sepas por cuál empezar. Todos prometen cuidar tu piel, pero no son lo mismo.
Cada uno tiene una función distinta, y dependiendo de tu tipo de piel, uno puede servirte más que otro.
Aquí te explicamos qué hace cada uno, para qué tipo de piel funcionan mejor y cómo usarlos correctamente.
¿Qué es un sérum y para qué sirve?
El sérum es un producto muy ligero, como un líquido o gel, que penetra rápido en la piel. Su principal ventaja es que tiene ingredientes muy concentrados, lo que significa que actúa de manera más profunda.
Se usa para tratar problemas específicos como:
- Piel reseca
- Manchas
- Arrugas
- Falta de brillo
Por ejemplo, si ves un sérum con vitamina C, te ayudará a dar luminosidad. Si tiene ácido hialurónico, es bueno para hidratar profundamente. Si contiene retinol, sirve para mejorar la textura de la piel o reducir arrugas.
Asimismo, recuerda que el sérum va después de lavarte la cara y antes de ponerte la crema. No reemplaza a la crema, la complementa.
¿Qué hace la crema hidratante?
La crema hidratante es lo que muchas personas conocen como “crema para la cara”. Su función principal es hidratar la piel y evitar que se seque durante el día o la noche.
A diferencia del sérum, la crema tiene una textura más densa o espesa. Esto la hace ideal para:
- Personas con piel seca o sensible
- Usar en climas fríos o secos
- Sentir la piel más suave y protegida
Además, ayuda a sellar todo lo que te pusiste antes, como el sérum, y a crear una capa que protege la piel del ambiente.
Este producto se aplica al final de tu rutina, después del sérum, para mantener la hidratación y dejar la piel suave.
¿Para qué sirve el gel hidratante?
El gel hidratante también es para hidratar, pero tiene una textura mucho más ligera, parecida al agua o al aloe vera. No deja la piel grasosa ni pesada.
Está hecho para:
- Personas con piel grasa o mixta
- Quienes viven en lugares con calor o humedad
- Quienes no soportan las cremas espesas
Un gel no solo hidrata, sino que refresca, se absorbe rápido y no tapa los poros, por lo que es ideal si te salen granitos o si usas maquillaje.
Además, recuerda que, al igual que la crema, este va al final de tu rutina, después del sérum o solo, si no necesitas más hidratación.
¿Cómo sé cuál usar según mi tipo de piel?
Aquí tienes una guía rápida para elegir bien:
- Piel grasa o con acné – Gel hidratante + sérum ligero sin aceites
- Piel seca o sensible – Crema hidratante + sérum con ácido hialurónico
- Piel mixta – Gel o crema ligera + sérum según tus necesidades
- Piel madura – crema + sérum con antioxidantes o retinol
Además, recuerda que puedes usar más de uno. Lo ideal es que tu rutina tenga sérum y crema o gel, porque uno trata y el otro hidrata.
¿En qué orden debo usar el sérum, la crema y el gel hidratante?
Para que funcionen bien, lo más importante es usarlos en el orden correcto:
- Lava tu cara con agua y jabón o limpiador facial
- Aplica el sérum (usa solo unas gotas)
- Aplica la crema o gel hidratante
- En el día, termina con protector solar
Este orden ayuda a que tu piel reciba todos los beneficios y se mantenga sana, hidratada y protegida.
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