Una inusual reunión de alrededor de mil personas que prefieren identificarse como perros en lugar de humanos ha desatado un debate en redes sociales, provocando hacer llamados a favor del «control animal» y dejando a muchos perplejos sobre la complejidad de la identidad humana en la era digital.
El inusual encuentro tuvo lugar en la estación de ferrocarril Potsamer Platz de Berlín, aunque se desconce la fecha exacta, donde los participantes se comunicaron exclusivamente a través de aullidos y ladridos, tratando de abrazar su identidad canina de una manera única y llamativa. Las imágenes y videos de este peculiar encuentro se volvieron virales en línea, atrayendo tanto la curiosidad como el escarnio de los espectadores de todo el mundo.
Algunos críticos no tardaron en expresar su escepticismo y burla hacia este fenómeno transespecie, desafiando los «instintos caninos» de la manada y cuestionando su autenticidad:
«Simplemente abandónelos en la tundra siberiana y déjelos sobrevivir con sus instintos caninos». “No veo a nadie oliendo el rabo ajeno”. “Llame al control de animales y dénles sus dosis contra la rabia”. “¿Te imaginas cuando todos tengan que defecar?” “Pero si se identifican como perros, ¿por qué se ponen cubrebocas?”
Este inusual fenómeno de identificación humana como caninos se produce en medio de la sensación viral de «Toco, el collie humano», un hombre radicado en Japón que está cumpliendo el sueño de su vida de convertirse en un perro, después de invertir la asombrosa suma de 14.000 dólares en un traje hiperrealista.
En una entrevista exclusiva con The New York Post, Toco compartió su entusiasmo por conocer a otras personas con aspiraciones caninas: «Creo que sería fantástico si existiera algo como esto», dijo Toco, a quien han apodado «therian». “Me gustaría conocerlos”. Los expertos en identidad de género y psicología han pedido una diferenciación clara entre «therians», personas que «se identifican como una criatura distinta a la humana», y «furries», individuos que disfrutan de disfrazarse con trajes de animales.
Por ejemplo, algunos therians, una abreviatura de «teriantropo», podrían «creer que son un alma de gato reencarnada en un cuerpo humano», según explicó la Dra. Elizabeth Fein, profesora asociada de psicología en la Universidad Duquesne en Pittsburgh. «Algunos furries son therians y algunos therians son furries, pero son dos grupos distintos».
Además de Toco, otros individuos famosos en línea que han adoptado esta identidad híbrida entre humano y sabueso incluyen a Tom Peters, un británico que reveló su identificación como un dálmata, y Toru Ueda, un ingeniero de Tokio que gastó la asombrosa suma de 23.000 dólares en un traje de lobo personalizado.
Ueda explicó su experiencia: «Cuando uso mi disfraz, siento que ya no soy humano. Estoy libre de relaciones humanas. Todo tipo de problemas, relacionados con el trabajo y otras cosas, puedo olvidarme de ellos».
Sin embargo, la identificación con el comportamiento animal no se limita a estas manifestaciones públicas. Se ha fetichizado como una variante del BDSM conocida como el «juego de cachorros», en la que los participantes, en su mayoría hombres, se equipan con bozales, collares o correas y adoptan el comportamiento de un perro.
Algunos modelos de OnlyFans han adoptado este fetiche como un lucrativo negocio, descubriendo que el comportamiento canino atrae a una audiencia considerable. En 2020, Jenna Phillips, una creadora de contenido para adultos, reveló que estaba ganando la sorprendente cantidad de 10 mil dólares al mes simplemente por actuar como un perro, completo con collar y todo.
Phillips expresó su asombro ante su éxito, comentando: «Es una locura. Nunca pensé que mi extraña inclinación por los perros sería vista por una audiencia amplia, o que a tanta gente le gustaría o le importaría. Todavía me sorprende».
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