Estados Unidos y Taiwán anunciaron este miércoles el inicio de las negociaciones para cerrar un pacto bilateral de comercio e inversiones en otoño. China continúa realizando maniobras militares alrededor de Taiwán, en respuesta a la visita de cinco congresistas estadounidenses a la isla. Asimismo, el Ejército de Taipéi ha iniciado su propio entrenamiento militar.

«Condenamos enérgicamente las continuas provocaciones militares de la China comunista en torno al mar y al aire de Taiwán y que socavan la paz regional. Debemos decir que mantener la intensidad de el entrenamiento de preparación para el combate es responsabilidad de cada gobierno, por lo que las operaciones militares de la China comunista sólo nos brindan la oportunidad de entrenar nuestra preparación para el combate», Sun Li-fang, portavoz del ministerio de Defensa de Taiwán.

La presidencia taiwanesa describió la presencia militar china en el estrecho de Taiwán como un «bloqueo», y tachó la postura del Gobierno de Pekín de «irresponsable». A lo que China ha respondido:

«La visita de Pelosi a Taiwán bajo la connivencia y el acuerdo de Estados Unidos es una práctica retrógrada que viola gravemente la soberanía de China, infringe gravemente los asuntos internos de China y socava gravemente la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. China debe dar una respuesta firme. Nuestra posición es legítima, razonable y legal. Nuestras acciones son decididas, fuertes y proporcionadas», expresó el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin. 

Las negociaciones incluirán cuestiones como facilitar el comercio, fomentar las buenas prácticas regulatorias, fijas estándares fuertes contra la corrupción, mejorar el comercio entre empresas pequeñas y medianas, profundizar en el comercio agrícola y eliminar barreras discriminatorias al comercio.

También se tratará el comercio digital, los estándares laborales y medioambientales y las posibles maneras de solucionar prácticas que distorsionan el mercado por parte de empresas públicas y prácticas y políticas que no responden ante los mercados, en una referencia velada a China.