El uso de este tipo de armamento significa una notable escalada en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

En febrero de 2022 comenzó la invasión de Rusia a Ucrania, comenzando así una guerra que ha permanecido hasta la fecha. Un conflicto bélico del que Ucrania se ha visto cobijado por múltiples naciones para sostener por más de dos años. Ahora, la tensión en aquel territorio se ha elevado, pues el Gobierno de Estados Unidos, bajo el comando de Joe Biden, aceptó que Ucrania empleara misiles de largo alcance contra Rusia. Esto provocó una alerta para todo el orbe, cuando finalmente Ucrania lanzó, por primera ocasión, misiles balísticos ATACMS, fabricados en Estados Unidos. El objetivo principal fue una instalación militar en territorio ruso.

Este martes 19 de noviembre de 2024, Ucrania lanzó misiles ATACMS, proporcionados por Estados Unidos contra objetivos militares rusos en Bryansk y Kursk. Estos misiles, capaces de alcanzar hasta 300 kilómetros, marcaron la primera incursión de Ucrania en territorio ruso, escalando el conflicto. El ataque impactó arsenales clave, aunque la defensa rusa interceptó parte de los proyectiles. Este movimiento responde a la creciente presión de Kiev para golpear profundamente en las líneas rusas, mientras Moscú amenaza con represalias nucleares ante esta escalada estratégica.

Dicho ataque ya quedó confirmado por el Ministerio de Defensa de Rusia, quienes también señalaron que, usando baterías antiaéreas S-400 y Pantsir, lograron derribar cinco misiles, en tanto que los fragmentos de uno más impactaron en una instalación militar localizada en la región fronteriza de Briansk. De igual manera, agregaron que el impacto provocó un fuerte incendio que rápidamente quedó controlado, mientras que no reportaron víctimas fatales o personas lesionadas por este ataque de Ucrania.

¿Cuál es la respuesta del presidente de Rusia, Vladimir Putin por el uso de misiles de largo alance por parte de Ucrania?

Previo al ataque de misiles de largo alcance de Ucrania contra Rusia, el presidente ruso, Vladimir Putin indicó que, en caso de usar ese tipo de armamento, se estaría hablando de una implicación directa de la OTAN.

Tras el primer ataque con misiles de largo alcance contra Rusia, Putin avaló una nueva doctrina nuclear, que sustituye a la promulgada en 2020, y que permite a Rusia utilizar armamento nuclear en caso de ataque con armas convencionales contra territorio ruso o bielorruso.

Además, dicha doctrina, conocida como “Los fundamentos de la política estatal en el ámbito de la disuasión nuclear”, que prevé una posible respuesta nuclear ante un ataque, como el de este martes con misiles de largo alcance, considera como un ataque conjunto la agresión de un país que no cuente con armamento atómico; pero que tenga el respaldo de una potencia nuclear, como Estados Unidos o la OTAN, en este caso.

“La agresión contra la Federación Rusa, o sus aliados, por parte de cualquier Estado no nuclear con la participación o el apoyo de un estado nuclear se considera como un ataque conjunto”. Se indica en la doctrina.

Por su parte, durante la Cumbre del G20, el titular del Ministerio de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que, con la autorización de EE. UU. para que Ucrania utilice misiles de largo alcance contra Rusia, “occidente busca una escalada del conflicto en Ucrania”.

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Los misiles de largo alcance son sistemas de armamento diseñados para impactar objetivos lejanos con alta precisión. Los ATACMS, por ejemplo, son lanzados desde sistemas como HIMARS y transportan hasta 300 kilogramos de explosivos, adaptándose a objetivos estratégicos a distancia. Su uso representa una evolución táctica en los conflictos modernos