Más de 110 personas murieron en un ataque con drones contra una academia militar en el centro de Siria, donde tenía lugar una ceremonia de promoción de oficiales. El ejército atribuyó la agresión a “organizaciones terroristas”.

El bombardeo, que tuvo lugar en Homs, dejó “más de 112 muertos, de los cuales 21 civiles”, señaló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Reino Unido.

Los cuerpos de los fallecidos eran agrupados en las calles y se trataba de atender la catástrofe lo más rápido posible.

Asimismo, más de 125 personas resultaron heridas, añadió la organización, que dispone de una amplia red de fuentes de información en el país.

Ningún grupo reivindicó la acometida de momento, aunque se sabe que grupos yihadistas controlan una parte del territorio y suelen utilizar drones armados.

La ciudad de Homs, sitio del atentado, se volvió un bastión de los rebeldes tras el levantamiento prodemocrático de 2011 en contra del gobierno de Bashar al Assad, pero las fuerzas gubernamentales recuperaron la localidad en 2017 tras violentos combates.

Tras el ataque contra la academia militar, las fuerzas gubernamentales bombardearon la región de Idlib, último bastión de los rebeldes en el noroeste del país, según los testimonios de algunos habitantes.

El OSDH y rescatistas reportaron que el ataque cobró la vida de una anciana y sus cuatro hijos.

El ejército sirio precisó en un comunicado que el ataque se realizó con “drones cargados de explosivos” durante una ceremonia y atribuyó la tragedia a “organizaciones terroristas”.

También prometió “responder con firmeza” a lo que calificó de “ataque terrorista cobarde”.

En este contexto, el secretario general de la ONU, António Guterres, se declaró “profundamente preocupado” por el ataque con drones y el bombardeo en represalia, señaló su portavoz, Stéphane Dujarric.