El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, reconoció ayer que las negociaciones para alcanzar un alto al fuego entre Ucrania y Rusia “no son fáciles”, especialmente tras los recientes episodios de violencia. La declaración tuvo lugar durante su visita a la ciudad ucraniana de Odesa, donde se reunió con el presidente Volodímir Zelenski.

“Estas discusiones no son sencillas, sobre todo después de esta horrible violencia”, afirmó Rutte, quien también condenó los continuos ataques rusos contra población civil e infraestructura no militar. Calificó los bombardeos como parte de un “terrible patrón” de agresiones contra la población ucraniana.

Durante el encuentro, Rutte destacó además los esfuerzos del expresidente estadounidense Donald Trump para detener la invasión rusa, iniciada en febrero de 2022. “Todos apoyamos los esfuerzos del presidente Trump por alcanzar la paz”, expresó.

Por su parte, Zelenski lamentó la falta de respuesta por parte del Kremlin a la propuesta de alto el fuego impulsada por Estados Unidos. “Desde hace 35 días, Putin ignora la propuesta estadounidense de un alto el fuego total”, denunció el mandatario ucraniano.

Zelenski insistió en que Ucrania necesita con urgencia sistemas de defensa antiaérea, en particular misiles Patriot de fabricación estadounidense, esenciales para interceptar misiles balísticos. “Estos sistemas están disponibles en el mundo. Su entrega depende únicamente de la voluntad política de los líderes internacionales”, afirmó.

La administración de Trump ha impulsado una iniciativa diplomática con el objetivo de poner fin a tres años de guerra, que ya ha cobrado decenas de miles de vidas. Como parte de estos esfuerzos, ha mantenido reuniones por separado con autoridades ucranianas y rusas. Bajo la presión de Washington, Ucrania aceptó recientemente una tregua de 30 días como gesto de buena voluntad hacia las negociaciones de paz.