Manny Pacquiao pelea contra el tiempo; vuelve Pacman a escena

Manny Pacquiao pudo haberse quedado en su faceta política en Filipinas, como senador, o como figura ceremonial del boxeo. Después de todo, desde junio de este año ya pertenece al Salón Internacional de la Fama. La industria conmemoró su gran carrera deportiva en una ceremonia que recorrió su legado.

Pero el Pacman decidió arrancar la última página de su andar profesional y escribir  una nueva. Mañana en Las Vegas, Manny Pacquiao volverá a pelear como profesional. A sus 46 años, enfrentará al boxeador de origen mexicano Mario Barrios, campeón welter del Consejo Mundial de Boxeo.

No es un pleito de exhibición como últimamente se ha vuelto popular entre las glorias retiradas del deporte. Es un combate oficial, con cinturón de por medio, ante un rival 16 años más joven. Una velada que desafía la lógica de la naturaleza.

Las apuestas lo reflejan. Pacquiao no es favorito. Las casas de juego marcan una tendencia clara: la juventud debería imponerse. Barrios tiene un momio de -270 y Pacquiao +230. Los números dicen que el tiempo es un rival invencible, que las piernas no responden igual y que el reloj es despiadado cuando pasan los 40.

Pero Pacquiao siempre ha desafiado a la lógica. Lo hizo cuando comenzó su carrera profesional, tenía apenas 16 años y un cuerpo tan ligero que ni siquiera cumplía con el peso mínimo de los grandes escenarios. Nadie imaginaba entonces que se convertiría en uno de los boxeadores más importantes de la historia: campeón mundial en ocho divisiones, figura global, ídolo filipino y uno de los pocos deportistas que cruzaron fronteras para convertirse en leyenda universal.

A pesar de las vitrinas llena de trofeos, Pacquiao nunca se ha definido por lo que ya ha conseguido sino por lo que puede alcanzar.

En el MGM Grand de Las Vegas, Pacquiao no sólo buscará recuperar un cinturón. También intentará conquistar la historia. De vencer a Barrios, será el campeón mundial más longevo en la historia del peso welter, el segundo más viejo en cualquier categoría después de Bernard Hopkins, quien ganó un título a los 46 años y 126 días. Pacquiao llegará al ring con 46 años y 70 días. Además, sería el único boxeador en la historia en levantar un cinturón mundial después de haber sido inducido al Salón de la Fama.

El reto es tan grande como una montaña asiática. Pacquiao no pelea desde 2021, cuando cayó ante Yordenis Ugás. Desde entonces se ha mantenido activo en entrenamientos, pero ausente en la competencia. Barrios, por su parte, llega tras una racha ascendente y con la ventaja natural de la juventud. Su equipo sabe que la pelea se puede definir en la segunda mitad, cuando los reflejos empiezan a fallar y el fondo físico suele traicionar a los veteranos de los encordados.

Pero nadie dentro del boxeo se atreve a descartar a Pacquiao porque la historia nos ha contado que los más dotados en el deporte tienen un fuego difícil de extinguir.

Bernard Hopkins, George Foreman, Archie Moore: nombres que desafiaron la lógica del tiempo. Hopkins con su corona semipesada a los 46, Foreman con su milagro en los completos a los 45, Moore con su reinado como semipesado más longevo. Sin embargo, lo de Pacquiao es distinto. Lo suyo no es potencia ni pegada pesada. Es velocidad, reflejos, movimiento. Cualidades que envejecen más rápido. Por eso, cada segundo en el ring este sábado será una pelea no sólo contra Barrios, sino contra el desgaste inevitable de los años.

Pacquia no vuelve por dinero.No lo hace para vender boletos ni para alimentar una carrera política. Lo hace porque disfruta el proceso, porque entrenar lo hace sentir vivo, porque no ha perdido la pasión.

“Peleo porque puedo hacerlo. Porque amo hacerlo” dijo Pacman.

Barrios tratará de ser el verdugo de una historia de Cenicienta. No piensa ceder lo que tanto trabajo le costó conseguir.

“Si tengo la oportunidad, voy a noquear a Pacquiao. Respeto su trayectoria, pero arriba somos dos boxeadores tratando de ganar.”

La noche del sábado será una cita con la historia. Si pierde, quedará la imagen de un guerrero que peleó hasta el final. Si gana, quedará un hito para el boxeo mundial: el campeón que no aceptó la jubilación, el peleador que venció al tiempo.

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