Las autoridades nombradas por Rusia han evacuado la capital de la sureña región ucraniana de Jersón, junto con decenas de miles de residentes a medida que las fuerzas ucranianas trataban el jueves de liberar la zona. Los combates también se intensificaron en el este del país.
En medio de las batallas, un alto funcionario ruso advirtió que los satélites comerciales occidentales utilizados con fines de apoyo militar a Ucrania serán un “objetivo legítimo para un ataque de represalia”.
Ucrania ha impulsado una ofensiva para recuperar la región de Jersón y su capital homónima, que las fuerzas rusas capturaron durante los primeros días de una guerra que ya cumple nueve meses.
Más de 70.000 residentes de la ciudad de Jersón la han evacuado, explicó este jueves el gobernador instalado por el Kremlin, Vladimir Saldo.
Entre los evacuados había miembros del gobierno regional, admitió el vicegobernador, Kirill Stremousov. También se retiraron monumentos a los héroes rusos y los restos de Grigory Potemkin, el general ruso que fundó Jersón en el siglo XVIII, que se conservaban en la iglesia de Santa Catalina de la ciudad.
Las fuerzas ucranianas estaban rodeando la ciudad de Jersón desde el oeste, además de atacar el bastión ruso al oeste del río Dniéper, que divide la región y el país.
En el este de Ucrania, las fuerzas rusas siguieron bombardeando la ciudad de Bakhmut, en la región de Donetsk, avanzando lentamente hacia el centro.
En medio de los intensos combates en dos frentes, un funcionario ruso advirtió que Occidente podría convertirse en parte del conflicto.
El subjefe de la delegación rusa en una comisión de control de armas de las Naciones Unidas, Konstantin Vorontsov, describió como “extremadamente peligroso” el uso de satélites comerciales estadounidenses y de otros países occidentales con fines militares durante los combates en Ucrania.
“La infraestructura casi civil podría ser un objetivo legítimo para un ataque de represalia”, advirtió Vorontsov sin dar más detalles.
Como lo han hecho durante todo el mes, las fuerzas rusas atacaron la infraestructura energética de Ucrania, causando una creciente preocupación antes del invierno.
En la madrugada del jueves, un ataque ruso con drones causó un incendio en una instalación energética, aseguró Oleksiy Kuleba, gobernador de la región de Kiev. Afirmó que los últimos ataques infligieron “daños muy graves”.
“Los rusos están empleando drones y misiles para destruir el sistema de energía de Ucrania antes del invierno y aterrorizar a los civiles”, afirmó Kuleba en unas declaraciones televisadas.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, informó que los ataques rusos ya han destruido el 30% de la infraestructura energética del país.
En una aparente represalia a estas acciones de Moscú, fue atacada una central eléctrica justo a las afueras de la ciudad portuaria de Sebastópol, en la península de Crimea anexionada por Rusia. La central sufrió daños menores tras un ataque con un dron, sostuvo el jueves el gobernante de la ciudad, Mikhail Razvozhayev. Aseguró que el ataque no afectó el funcionamiento general de la instalación ni interrumpió el servicio.
Anexionada por Rusia en 2014, la península de Crimea ha sufrido ataques con drones y explosiones en medio de la guerra en Ucrania. En un importante revés para Rusia, el 8 de octubre, un potente camión bomba voló una sección de un puente estratégico que une la península con el territorio continental ruso.
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