Portugal prohibirá los celulares en las escuelas primarias para «reducir el acoso»

El Gobierno de Portugal ha aprobado un decreto ley que prohíbe el uso de teléfonos celulares en las aulas de primaria, tanto en escuelas públicas como privadas, a partir del siguiente curso escolar 2025/2026. La medida, que formaba parte del programa electoral de la coalición conservadora Alianza Democrática (AD), se basa en estudios que evidencian mejoras en la convivencia escolar y una reducción significativa del acoso entre estudiantes. 

El ministro de Educación, Ciencia e Innovación, Fernando Alexandre, explicó en rueda de prensa esta semana que existen «evidencias de los efectos negativos que los ‘smartphones’ tienen en el comportamiento de niños y jóvenes», y que en las escuelas donde se prohibieron los móviles se observó «en un porcentaje mayor mejoras en el comportamiento de los alumnos».

La decisión se sustenta en un informe del Centro de Planeamiento y Evaluación de Políticas Públicas, basado en una encuesta realizada en mayo de 2025 a los directores de 809 agrupamientos escolares, que abarcan desde educación infantil hasta secundaria y suman alrededor de 1.3 millones de alumnos. Los resultados mostraron que en los centros donde se vetó el uso de teléfonos móviles, las prácticas de acoso escolar disminuyeron en más de la mitad de las escuelas con alumnos de 10 a 18 años. En el segundo ciclo (de 10 a 12 años), el bullying se redujo en un 59% de los colegios consultados. Además, las peleas y situaciones de indisciplina decrecieron en más del 57% de los centros de secundaria.

El informe también destaca que en las escuelas con prohibición total del uso de móviles se observó un incremento en las situaciones de socialización durante los recreos, mayor uso de zonas de juegos, bibliotecas y práctica de actividad física, en comparación con el año lectivo.

Antes de las recomendaciones del Gobierno para el curso 2025, aproximadamente un 40% de los colegios ya había regulado el uso de dispositivos. En el último año, esa cifra aumentó hasta superar el 62%.

La nueva normativa establece que en el primer y segundo ciclo de educación básica (de 6 a 12 años) se prohíbe el uso de teléfonos móviles en todo el horario escolar. En el tercer ciclo (de 12 a 15 años), se recomendarán medidas que restrinjan y desincentiven su uso. En la enseñanza secundaria (de 15 a 18 años), se promoverá la participación estudiantil en la elaboración de normas para un uso responsable de los dispositivos.

Se contemplan excepciones para alumnos que dominen muy poco el portugués y requieran el dispositivo como herramienta de traducción, así como para aquellos que lo necesiten por motivos de salud. Además, se permitirá el uso de teléfonos móviles sin acceso a internet, con funciones básicas de comunicación.

Esta iniciativa se suma a las medidas adoptadas por otros países europeos. En Noruega, por ejemplo, la restricción del uso de teléfonos en los centros educativos tuvo un efecto positivo en la salud mental de los menores, especialmente entre las chicas, con una disminución en las consultas psicológicas y en la necesidad de tratamiento de enfermedades o síntomas asociados al estrés, la ansiedad o la depresión.

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