Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente de violar la tregua de Pascua anunciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, el pasado sábado. La pausa humanitaria, de 30 horas de duración, fue calificada como un gesto significativo en un conflicto que lleva más de tres años, pero pronto fue objeto de denuncias por parte de ambos gobiernos.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien inicialmente se comprometió a respetar el cese al fuego, denunció que las fuerzas rusas continuaron sus ofensivas desde el inicio de la tregua, a las 18:00 horas del sábado. Ayer, Zelenski reportó nuevos ataques en diversas zonas del frente oriental, como Pokrovsk y Siversk.

Según el mandatario ucraniano, las fuerzas rusas realizaron 2 mil 935 violaciones a la tregua durante la jornada. Detalló que se registraron 96 asaltos, mil 882 bombardeos, incluidos 812 con armamento pesado, y más de 950 ataques con drones a lo largo de toda la línea del frente.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia acusó a Ucrania de atacar posiciones rusas en las áreas de Sujaya Balka y Bogatir, en la región de Donetsk. Además, reportó ofensivas ucranianas en las regiones fronterizas de Briansk, Kursk y Belgorod, donde se registraron víctimas civiles.

Zelenski insistió en su propuesta de un “cese al fuego total, incondicional y justo” con una duración mínima de 30 días, luego del fracaso de intentos anteriores de tregua en fechas simbólicas como la Pascua de 2022 y la Navidad ortodoxa de 2023.

En medio de las tensiones, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró en su red Truth Social que espera un acuerdo de paz entre ambos países “esta semana”, y prometió beneficios económicos si se logra una tregua. “Entonces, ambos empezarán a hacer grandes negocios con Estados Unidos, que está prosperando, ¡y a amasar una fortuna!”, escribió. El viernes pasado, Trump amenazó con retirarse de cualquier intento de mediación si no se registran avances concretos hacia la paz.