Si amaneces hinchado, o al final del día ya no aguantas los calcetines, te decimos qué es lo que provoca la retención de líquidos y cómo eliminarla de manera segura para tu cuerpo. 

¿Qué es la retención de líquidos?

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que el edema, o la retención de líquidos, es la acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo. 

Por lo general ocurre en la zona de los pies, tobillos y piernas y puede ocurrir por distintas causas. 

Causas de la retención de líquidos

Los expertos advierten que la retención de líquidos es provocada por causas como:

• Comer o tomar alimentos con alto contenido de sal 
• Quemaduras de sol
• Insuficiencia cardíaca 
• Enfermedades de los riñones
• Problemas en el hígado por cirrosis
• Embarazo
• Problemas en los ganglios linfáticos 
• Reacción alérgica a algunos medicamentos
• Estar mucho tiempo de pie o sentado en temporadas de calor 

¿Cómo quitar la retención de líquidos?

En primer lugar, es importante reducir la ingesta de sodio, ya que el exceso de sal puede contribuir a la retención de líquidos, evitar alimentos procesados, comidas rápidas y alimentos salados puede ser beneficioso.

Además, se recomienda aumentar la ingesta de alimentos ricos en potasio, como plátanos, naranjas y espinacas, ya que el potasio ayuda a equilibrar los niveles de sodio en el cuerpo y a promover la eliminación de líquidos.

La hidratación adecuada también es muy importante, así que beber suficiente agua durante el día puede ayudar a prevenir la retención de líquidos.

La actividad física regular, como caminar o nadar, también puede estimular la circulación y reducir la retención de líquidos.

Aunque puedes llevar a cabo estos consejos, hay ocasiones en las que la retención de líquidos es más severa, por lo que lo mejor es acudir a revisión con un profesional que pueda decirte por qué ocurre y cuál es la mejor manera de eliminarla. 

En casos severos de retención de líquidos, es esencial consultar a un profesional de la salud, ya que podría ser un signo de una afección subyacente que requiere tratamiento médico específico.