¿Y esas pestañas? Restauración de virgen de la Esperanza Macarena causa indignación en Sevilla

La reciente restauración de la Virgen de la Esperanza Macarena, una de las imágenes religiosas más veneradas de España, ha generado una polémica sin precedentes en la hermandad que la resguarda en la ciudad de Sevilla.

Dicha intervención, realizada por el prestigioso profesor y experto Francisco Arquillo, ha sido duramente criticada por numerosos devotos y expertos debido a un cambio perceptible en el rostro de la imagen, especialmente por las pestañas añadidas, que según los feligreses “alteran por completo su mirada”.

Las quejas surgieron tras la reapertura de la basílica de la Macarena, cuando los fieles observaron un cambio en la expresión de la Virgen; de inmediato, las redes sociales se llenaron de comentarios de indignación.

Y es que la imagen de la Virgen fue expuesta al culto sin que el adhesivo de las nuevas pestañas estuviera completamente seco, lo que, según el informe posterior, le otorga una expresión diferente a la original.

Aunque el restaurador responsable señaló que este efecto es transitorio y no permanente, la hermandad no logró contactar con él antes de la apertura al público, y se optó por mostrar la imagen en ese estado.

Pero las críticas han ido en aumento, al grado de que el pasado sábado 21 de junio de 2025, la basílica de La Macarena cerró antes de lo previsto para permitir una serie de retoques urgentes a la figura.

Estas labores de modificación estuvieron a cargo de otro especialista, Esteban Sánchez Rosado; sin embargo, la controversia no cesó, lo que llevó a la Hermandad de la Macarena a convocar una reunión extraordinaria de su Junta de Gobierno que duró cerca de nueve horas.

Tras esto, la hermandad emitió un comunicado en el que pidió “perdón por el daño moral y devocional” causado a los fieles, reconociendo que se actuó de forma “errónea” en ciertos momentos.

En un gesto de responsabilidad, los encargados de la gestión y conservación de las imágenes en la orden religiosa presentaron su renuncia.

En su declaración, la hermandad atribuyó la responsabilidad principal de la intervención al profesor Arquillo, quien desde 1978 ha estado a cargo de diversas tareas de conservación.

Señalaron que el contrato firmado en junio con la Universidad de Sevilla contemplaba un máximo de cuatro días de trabajos, incluyendo revisión de pestañas y lágrimas, limpieza de cabeza y manos, y protección de la policromía.

Según el comunicado, cuando la imagen fue devuelta el pasado viernes 20 de junio de 2025, no tenía aún las pestañas colocadas, y fue tras su incorporación cuando comenzaron las críticas.

Frente a la ola de indignación, la hermandad ha solicitado al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), una autoridad en materia de restauración de arte sacro, que supervise técnica y oficialmente las futuras intervenciones.

Se ha anunciado también la convocatoria de un cabildo general extraordinario, donde se presentará el informe final y se decidirán los próximos pasos.

El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, intervino en la madrugada del martes a través de la red social X, haciendo un llamado a la unidad de los fieles y citando a Alexander Pope: “Errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabios”.

Aunque la hermandad insiste en que no se trató de una restauración, sino de una intervención de mantenimiento, los expertos aseguran que la naturaleza de los trabajos exigía un procedimiento más riguroso, con diagnósticos previos, autorizaciones patrimoniales y una supervisión técnica formal. 

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