En redes sociales ha causado revuelo el caso de una familia originaria de México, cuya vivienda en Tampico, Tamaulipas, fue ocupada ilegalmente por una mujer apodada «Lady Ramona», quien se negaba rotundamente a pagar la renta. La denuncia fue realizada en TikTok por una joven identificada como Daniela, quien afirmó ser hija de los propietarios del inmueble. Gracias a la difusión en plataformas digitales, las autoridades estatales intervinieron y finalmente la propiedad fue recuperada.
Aunque el desalojo se logró hace pocos días y la familia agradeció el apoyo de la ciudadanía, la situación está lejos de haberse resuelto del todo. Daniela ha revelado, mediante un video en redes sociales, que la casa fue severamente vandalizada: ventanas destruidas, daños en las tuberías, grafitis en las paredes y un notable deterioro general del inmueble, evidencian el abandono y la intencionalidad del daño.
Frente a esta difícil situación, la familia ha recurrido nuevamente a las redes sociales, esta vez para solicitar ayuda económica. Han lanzado una campaña de recaudación de fondos, con la esperanza de obtener donaciones voluntarias que les permitan restaurar la vivienda. Sin embargo, esta acción ha generado una fuerte polémica: mientras algunos empatizan con su causa, otros los han acusado de aprovecharse de la situación.
En cinco días, según la plataforma GoFundMe, solo han recaudado cinco dólares. En la descripción del sitio, la familia relató su historia: hace más de dos décadas, emigraron a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, dejando su casa en manos de un familiar con la instrucción de alquilarla para obtener un ingreso. No obstante, los inquilinos solo pagaron un par de meses de renta y luego dejaron de hacerlo por completo. Durante más de una década, se negaron a abandonar el inmueble o a entablar diálogo con los familiares encargados.
En la misma publicación, detallan el estado actual de la vivienda:
«Nuestra felicidad al recuperar la casa se transformó en angustia al ver la magnitud de los daños. Las ventanas estaban hechas trizas, las tuberías destruidas y las paredes cubiertas de pintas. El daño fue claramente intencional».
Ante la solicitud de apoyo económico, Daniela y su familia han sido objeto de críticas en redes sociales.
Usuarios reaccionan:
- «Estás joven, ponte a trabajar».
- «Esto no es caridad».
- «Quieren que les paguen hasta la remodelación».
- «Todo iba muy bien pero pedir dinero ya se pasan».
- «Te dimos la mano y nos tomas el pie».
Mensajes de apoyo:
- «Qué bueno que recuperaron su casa».
- «Mucho ánimo con la limpieza y renovación».
- «Queremos ver cómo va quedando la casa».
La historia de esta familia ha reavivado el debate sobre los límites de la solidaridad en redes sociales y hasta qué punto es válida la petición de ayuda cuando se trata de recuperar un patrimonio familiar.
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