Corea del Norte afirmó ayer que puso en órbita un satélite militar de vigilancia, una acción contraria a resoluciones de la ONU que le prohíben utilizar tecnologías de misiles balísticos.

El cohete, que despegó ayer por la noche, siguió la trayectoria prevista y logró poner en órbita al satélite Malligyong-1, indicó la agencia oficial KCNA.

Corea del Sur declaró que retomará las operaciones de vigilancia a lo largo de la frontera con el país vecino, suspendidas en 2018 en el marco de un acuerdo para reducir las tensiones militares.

Corea del Norte prevé lanzar otros satélites “en un corto plazo” para reforzar sus capacidades de vigilancia sobre Corea del Sur.

El lanzamiento de un satélite de reconocimiento es un derecho legítimo de la República Popular Democrática de Corea para reforzar sus capacidades de autodefensa”, según KCNA.