Montserrat Oliver vivió un primer matrimonio donde los valores familiares y la inexperiencia afectó la relación hasta derivar en un divorcio sin haber consolidado una vida sexual.
La conductora se casó con su primer novio a los 23 años y, en entrevista con Yordi Rosado, recordó los momentos que vivió al lado de su exesposo, quien es de origen norteamericano.
Recordó que su primer beso se lo dio a través de las rejas que cerraban la casa de su abuelita en la Ciudad de México, pero que no lo disfrutó debido a que ambos eran inexpertos.
La actriz y el hombre fueron novios durante cuatro años, hasta que decidieron casarse debido a que la idea del matrimonio se le inculcó desde muy pequeña.
«Hoy en día no lo volvería a hacer a los 23 ni de chiste, te entra el nervio. Tenía un pretendiente que me decía: ‘si hay duda siempre es no’. Para mí en mi mente siempre fue para toda la vida, así me criaron».
Oliver se casó por el civil y la iglesia en Monterrey, Nuevo León. Mientras que la luna de miel la celebró en Hawaii, una experiencia que no fue satisfactoria.
«Él también era casto y fue un desastre. No pasó nada, no quería hablarlo mucho. Él se sentía responsable, era más grande, era el hombre y le dije: ‘pues ve al doctor'».
La conductora dijo que en ese momento estaba ilusionada, pues ya había planeado su matrimonio como un romance de película para tener una casa y criar cuatro hijos.
Esperaba que las cosas se resolvieran y así su matrimonio duró cuatro años. Actualmente considera que quería su vida como la película ‘Pide al tiempo que vuelva’, con Christopher Reeve y Jane Seymour.
«Iba a durar para toda la vida. Según yo sí estaba enamorada porque no estaba enamorada de nadie más, no me gustaba nadie más, no tenía quye ver con nadie más».
Sin embargo, la relación no funcionaba y Oliver lo detectaba cuando sentía atracción por otras personas. Ahí es cuando se dio cuenta de que debía separarse.
Ambos vivían en Estados Unidos, pero ella regresó a México para atender compromisos laborales. Fue entonces que conoció a Yolanda Andrade, de quien se enamoró.
Para cuando comenzó a salir con Andrade ya estaba en trámites de divorcio. La confusión entró a su vida pues no sabía cuáles eran sus preferencias debido a la inexperiencia que tenía en relaciones amorosas.
«Ni siquiera había estado con un hombre. Yo me divorcié virgen».
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